Esta foto tiene mucha magia. La saqué en una sala de exposiciones a la que llevamos a los niños. Este cuadro le llamó tanto la atención a mi hijo, que quiso intentar mirar a través de él, como si pudiese mirar por la ventana el paisaje que había detrás. El mensaje yo lo veo claro: Los niños pueden ver más allá, percibir sensaciones mejor que los adultos. En observar, perdonar y escuchar nos superan en grandísima proporción. No es hora ya de que nosotros les miremos y les escuchemos a ellos?
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